lunes, 30 de marzo de 2009

Marcelo Bielsa y su nueva revancha en tierras peruanas


Uno de los momentos más duros de su carrera como técnico vivió Marcelo Bielsa en 2004. Y es que el 25 de julio de ese año, la selección argentina que era dirigida por el actual DT de la Roja perdió la final de la Copa América ante Brasil, en Lima.

En esa oportunidad, el combinado albiceleste ya se preparaba para dar la vuelta olímpica, cuando Adriano decretó el empate 2-2 en el tercer minuto de descuento.
Finalmente, todo se dirimió por penales y el Scratch fue mucho más certero y se quedó con el título en el Estadio Nacional de la capital peruana.

Después del Mundial de Japón-Corea 2002, la Copa América del 2004 fue el segundo gran fracaso de Bielsa al mando de la selección argentina y aquella derrota fue muy difícil de digerir en tierras transandinas, sobre todo por la forma en que se cayó ante el archirrival.

Pero no todo ha sido amargura para el rosarino en Lima. Y es que en su despedida del banco de la selección transandina, su equipo ganó por 3-1 en el Monumental, en un duelo válido por las Eliminatorias para la Copa del Mundo de Alemania, y el último fin de semana volvió a repetir el triunfo, esta vez conduciendo a la Roja

Lo de Bielsa en Chile no es casualidad. Su equipo juega con el mismo planteamiento de local y de visitante y el patrón de juego es la gran cualidad de la escuadra del estratego argentino.

El último domingo en el Monumental de Lima, Chile tuvo a seis jugadores involucrados en ataque y en la franja izquierda de la ofensiva tuvo un tridente imparable, formado por Cereceda, Beausejour y Mark González. El jugador del Betis cumplió su mejor encuentro en las Eliminatorias y los defensores peruanos sufrieron en forma permanente producto de su velocidad.

El técnico de la selección nacional continúa batiendo récords y es muy probable que lo siga haciendo. Con Bielsa a la cabeza de la Roja, Chile le ganó por primera vez a Argentina en historia de las Eliminatorias y superó a Perú en Lima después de 24 años.

El Loco vivió una nueva revancha en Perú y parece que vivirá otra en el Mundial, donde si su equipo clasifica luchará por al menos superar la primera ronda, objetivo que no consiguió con la selección argentina en 2002.

lunes, 23 de marzo de 2009

La UC falló en la puntada final y terminó igualando ante Everton


Una falta de finiquito asombrosa ha mostrado Universidad Católica, durante las nueve fechas que se han disputado en el Torneo Apertura del fútbol chileno y el partido ante Everton fue un reflejo de lo señalado.

Los cruzados jugaron a un gran nivel en la primera fracción, donde se crearon al menos cuatro opciones claras de anotar, además del tanto marcado por Marcos González mediante golpe de cabeza.

El argentino Jeremías Caggiano tuvo dos oportunidades claras. Una fue manoteada por Dalsasso en forma brillante al tiro de esquina y en la otra desvió de manera increíble. Matías Rubio estrelló un remate en el horizontal, mientras que Milovan Mirosevic probó de distancia y encontró a un seguro meta transandino.

En el complemento, en tanto, el duelo se emparejó, pero el equipo del “Fantasma” siguió llegando al arco rival y perdiendo oportunidades. Caggiano desperdició la más clara al definir al cuerpo de Dalsasso, cuando estaba en una posición inmejorable para anotar.

Cuando la UC ha realizado buenas campañas en su historia, siempre ha contado en su plantel con goleadores. Por lo menos así ha sido desde 1980 hacia delante. Primero estuvo Osvaldo “Arica” Hurtado, luego vinieron Juan Carlos Almada, Alberto Acosta, Arturo Norambuena y Jorge Quinteros.

Ahora el “Fantasma” tiene un panorama complicado en su equipo, que está jugando bien al fútbol, pero que no puede definir los partidos y que muchas veces termina sufriendo para ganar como ocurrió contra Colo Colo.

En la UC extrañan a Julio Gutiérrez, quien en el segundo semestre del año pasado tuvo una racha impresionante. Además, Luis Núñez no es un goleador natural y pese a definir muy bien ante los arqueros rivales, no ocupa un puesto de titular producto de su pésimo estado físico.

Si la UC quiere clasificar a la Copa Sudamericana y salir campeón, debe afinar la puntería.